LA ISLA DEL TESORO DE STEVENSON
Es la segunda novela de piratas que leo, luego de la del Capitan Blood, interesantes porque uno se va metiendo de a pocos, no sólo en la jerga marinera, sino en cómo se van aproximando los peronajes a su realidad.
Interesante como el mar influye tanto en sus vidas, es como otro mundo, imagino que en la actualidad la relación de los marineros de buques cargeros, militares o pescadores artesanales, será similar.
Pero yo percibo que en esta megaprótesis que son las ciudades occidentales, se me antoja un mundo lejano.
Lógico que quienes están vinculados al mar, entienden estas obras mejor que yo.
La isla del tesoro es una defensa de la virtud por sobre los antivalores de la piratería.
Curioso porque yo pensaba que los ingleses estaban a favor de los piratas, que los hacían sires y corsarios legales. Pero al parecer no todos.
Evidentemente, como Latinoamericano y por lo tanto de ascendencia española, culturalmente percibo a los ingleses y a los piratas como enemigos, (ellos asaltaban nuestros barcos y nuestros puertos). Sin embargo en este libro, muestra claramente a los ingleses contra los piratas.
Me gustó mucho el detalle de la bandera, el capitán pone una bandera inglesa en el puente (imagino que debe de ser el Union Jack angloescocés). Cuando leí, Corazón, de Edmundo de Amicis, en la historia del pequeño patriota, también envuelven un cadaver en una bandera, (italiana en este caso), interesante, aunque este tema de la civilidad, de sentirse inglés inclusive fuera de la patria tiene un lado negativo (Gibraltar, Falklands, Bassora,etc), también tiene un lado positivo, en la dignidad que no se arredra ante las circunstancias. Y esto último sí hay que destacarlo frente al mediocre conformismo del que muchas veces nuestras naciones son parte.
La rígidez de los valores me parece notable. La visión de los ingleses, más allá de que sea veraz o propagandística, nos habla de la seguridad de pertenecer a una sociedad civilizada (por su puesto el Reino Unido real, no ha mostrado esa civilidad, y lo repito, Bassora, Falklands, Gibraltar, el tráfico de opio en la era victoriana, etc)
También, por su detalle el libro ayuda a aprender un poco de la vida marinera, por ejemplo aquí, aprendí lo de la Jolly Roger, y luego investigando más descubrí que hay una Roja que es peor. y por más que los piratas puedan tener una visión romántica en algunas producciones, su perfil es el de la escoria más lumpenesca que podamos imaginar. Objetivamente delincuentes sin respeto por la vida humana. Sabemos todos que existen en la actualidad (Somalia, por ejemplo) y más allá de la piratería, la delincuencia común y el terrorismo avanzan tantas veces, ante la complacencia de ingenuoso románticos.
Lugar aparte merece la lacra del narcotráfico, peor que los piratas, quienes seguramente se enfrentarán en el futuro con aquellos que luchan siempre del lado de la vida y la dignidad.
Novela interesante y recomendable
Es la segunda novela de piratas que leo, luego de la del Capitan Blood, interesantes porque uno se va metiendo de a pocos, no sólo en la jerga marinera, sino en cómo se van aproximando los peronajes a su realidad.
Interesante como el mar influye tanto en sus vidas, es como otro mundo, imagino que en la actualidad la relación de los marineros de buques cargeros, militares o pescadores artesanales, será similar.
Pero yo percibo que en esta megaprótesis que son las ciudades occidentales, se me antoja un mundo lejano.
Lógico que quienes están vinculados al mar, entienden estas obras mejor que yo.
La isla del tesoro es una defensa de la virtud por sobre los antivalores de la piratería.
Curioso porque yo pensaba que los ingleses estaban a favor de los piratas, que los hacían sires y corsarios legales. Pero al parecer no todos.
Evidentemente, como Latinoamericano y por lo tanto de ascendencia española, culturalmente percibo a los ingleses y a los piratas como enemigos, (ellos asaltaban nuestros barcos y nuestros puertos). Sin embargo en este libro, muestra claramente a los ingleses contra los piratas.
Me gustó mucho el detalle de la bandera, el capitán pone una bandera inglesa en el puente (imagino que debe de ser el Union Jack angloescocés). Cuando leí, Corazón, de Edmundo de Amicis, en la historia del pequeño patriota, también envuelven un cadaver en una bandera, (italiana en este caso), interesante, aunque este tema de la civilidad, de sentirse inglés inclusive fuera de la patria tiene un lado negativo (Gibraltar, Falklands, Bassora,etc), también tiene un lado positivo, en la dignidad que no se arredra ante las circunstancias. Y esto último sí hay que destacarlo frente al mediocre conformismo del que muchas veces nuestras naciones son parte.
La rígidez de los valores me parece notable. La visión de los ingleses, más allá de que sea veraz o propagandística, nos habla de la seguridad de pertenecer a una sociedad civilizada (por su puesto el Reino Unido real, no ha mostrado esa civilidad, y lo repito, Bassora, Falklands, Gibraltar, el tráfico de opio en la era victoriana, etc)
También, por su detalle el libro ayuda a aprender un poco de la vida marinera, por ejemplo aquí, aprendí lo de la Jolly Roger, y luego investigando más descubrí que hay una Roja que es peor. y por más que los piratas puedan tener una visión romántica en algunas producciones, su perfil es el de la escoria más lumpenesca que podamos imaginar. Objetivamente delincuentes sin respeto por la vida humana. Sabemos todos que existen en la actualidad (Somalia, por ejemplo) y más allá de la piratería, la delincuencia común y el terrorismo avanzan tantas veces, ante la complacencia de ingenuoso románticos.
Lugar aparte merece la lacra del narcotráfico, peor que los piratas, quienes seguramente se enfrentarán en el futuro con aquellos que luchan siempre del lado de la vida y la dignidad.
Novela interesante y recomendable
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