martes, 13 de julio de 2010

AVATAR




Tuve un debate con un amigo, sobre una visión que sostenía que la relación de los na´vis con Pandora es una apología al esoterismo. Yo decía que Pandora es un simbionte, ya han existido planetas vivos en la ficción, como Moho, de los Green Lantern Corps, o Unicron (aunque es vida artificial)
Una de las principales críticas a la historia, aparte de su falta de originalidad, es la excesiva sacralización de la naturaleza en desmedro de los seres humanos.
Creo que esto es verdad aplicado a la Tierra real. Pero en una perspectiva de este Universo Cameron, hay que entender que los seres personales no involucran sólo a los seres humanos sino también a los Na´vi, no son humanos pero son personas.
Y es aquí que yo sostengo que la relación con el planeta más que esotérica es simbiótica, porque yo entiendo que Pandora es un ser más vivo más. No se sí sea un ser inteligente, aunque cuando "escoge" al protagonista, se puede explicar como una situación espiritual, tanto como biológica.
Yo me inclino por la segunda, pues la primera contrastaría con los visos de realidad y del ya tantas veces usado( y afortunadamente) el "futuro usado".
Es evidentemente un gusto, que me parece que explica y redondea mejor la historia.
Aunque la migración de psiqué al clon avatar no resiste mucho un análisis sincero. Fuera de eso la película es interesante, pues su trama sencilla y poco original, nos habla del respeto por todas las culturas, sobretodo las diametralmente diferentes a las nuestras, precisamente porque son respeto a las personas que no tienen mucho en común, y entonces la reverencia descansa en la dignidad personal.
Además, así como una auténtica ecología nunca debe de estar en contra ni del hombre (personas, en este caso) ni contra el progreso, el progreso no puede estar nunca contra el hombre ni contra la ecología.
La ecología, como respeto a la Creación (no usaré el adoctrinamiento iluminista y decimonónico, de poner naturaleza, con mayúsculas).
Es conmovedor como Jake Sully se va involucrando con la sociedad con la que comparte.
Que notable, es resaltar la necesidad de el encuentro. De saber ponerse en el lugar del otro.
También es importante no caer, y esto se ha dicho hasta la saciedad, en el mito del buen salvaje.
En efecto, el mito del buen salvaje es una falta de respeto más que una paternalista ayuda.
Los efectos son espectaculares, la ví en 3D y hay que decirlo que es francamente insustituíble.



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